- LIMPIEZA DE LA TIERRA:
- ARADO DE LA TIERRA:
El siguiente paso
es voltear y arar la tierra, para airearla y mejorar el drenaje del agua. También
aprovechamos la labor del arado para observar el suelo y los seres vivos que
encontramos. ¡No hay que matar las lombrices, son beneficiosas para el huerto!
- PREPARAMOS LAS PARCELAS:
Después delimitamos y marcamos bien
las parcelas para cada uno de los diferentes grupos de cada curso: rodeamos
cada una con cuerdas y palos dejando caminos alrededor
- ABONAMOS:
A continuación del arado, es un buen momento para
echar el abono. Hay que desmenuzar bien los terrones de tierra con la azada,
mezclando superficialmente el abono. Observad como queda la tierra.
Verderón: “Y es que un buen hortelano/a tiene
que cuidar bien su
terreno: pisar los cultivos
lo menos posible, y no caminar
sobre la tierra mojada”
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